LOS PRODUCTOS “MILAGRO”

Ensayo

Pastillas para curar el mal de Alzheimer, el cáncer y la diabetes; maquinas vibradoras que permiten ejercitar el cuerpo y tonificar los músculos sin esfuerzo, geles con componentes que recuden la grasa abdominal y ayudan de bajar el peso en pocos días, cremas para rejuvenecer la piel al instante… ¿te suena conocido?

A juzgar por los spots con los que audazmente se anuncia ese tipo de productos en todos los medios de comunicación, cualquiera podría pensar que son milagrosos.

Pero en la perspectiva de la medicina científica la que se basa en evidencias no existen ni los milagros ni las curas genéricas.

Pues en todo México sigue floreciendo una lucrativa industria de productos y servicios fraudulentos que las autoridades sanitarias han etiquetado de manera un tanto equívoca como productos milagro.

En el límite

Según la comisión federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de la Secretaria de Salud los productos o servicios milagro, de los que a identificado mas de 250 en México, están mal clasificados.

Rocío Alatorre Winter, comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgo de la COFEPRIS, explica que fuera de la clasificación de medicamentos convencionales, las autoridades sanitarias reconocen otras tres categorías de productos: suplementos alimenticios, remedios y medicamentos herbolarios y fármacos homeopáticos. Los productos milagro pueden clasificarse como suplementos dietéticos, medicamentos o remedios herbolarios no identificados como tales, en cuyo caso no es obligatorio por la ley someterlos a pruebas rigurosas de calidad que deben pasar los fármacos de patente. También se incluyen en la definición los artículos de perfumería, belleza o higiénicos etc.

La publicidad con que se anuncia, llena de afirmaciones imposibles de comprobar, “inducen al error, oculta contraindicaciones y exagera propiedades o características”, según dijo Miguel Ángel Toscano Velasco, ex titular de la COFEPRIS.

Daños

¿Qué daños pueden producir los productos milagro? Para empezar, el daño económico de comprar un producto que no sirve para nada. Pero usarlos conlleva distintos riesgos sanitarios: como el auto medicarse y el abandonar tratamientos médicos eficaces.

Los efectos indeseables ligados al uso de los productos para adelgazar pueden ser leves, moderados o graves, provocando diarrea, mareo, vomito, nauseas, dolor abdominal, de espalda o cabeza.

EL CONSUMO ESTE PRODUCTO ES RESPONSABILIDAD DE QUIEN LO RECOMIENDA Y QUIEN LO USA.

MÁS RIESGOS

Vale la pena destacar el caso del cromo añadido al café soluble Metaboltonics, el problema reconoció por su parte Toscano es que no existen metodologías analíticas establecidas para determinar o cuantificar los principios de activos de los ingredientes en todos eso productos, ni se cuenta con evidencia de los riesgos asociados.

Legislación insuficiente

En vista de las evidencias en contra, es un narco jurídico insuficiente, que deja huecos legales de los que se aprovechan los productores y promotores para continuar con su negocio.

El problema es que cuando las autoridades localizan a un fabricante de producto milagro y deciden aplicarle las sanciones correspondientes, algunos de estos se amparan o le cambian de nombra su producto, o bien alteran las pautas publicitarias.

Pues el papel de los medios de comunicación en este asunto es muy delicado. El Reglamento de la LEY General de Salud se convierte en responsables solidarios, sujetos a solo a la autor regularización a normas éticas muy subjetivas o las peticiones formales de la COFEPRIS para retirar los anuncios engañosos.

Los médicos por su parte, deben favorecer el uso de tratamientos probados y eliminar aquellos que son peligrosos.